Cómo saber si una sandia está buena

La sandía es la fruta estrella del verano: dulce, refrescante y con muchísima agua. Pero no todas están igual de ricas, y seguro que más de una vez te has llevado una a casa que no sabía a nada. Para que no te vuelva a pasar, aquí tienes las claves para reconocer una sandía realmente buena antes de comprarla o al abrirla.

Señales para identificar una sandía en su punto

Forma homogénea

Elige sandías redondas u ovaladas que sean simétricas. Las deformaciones suelen indicar un crecimiento irregular y menos sabor.

Peso adecuado

Una buena sandía siempre pesa más de lo que parece. Si la notas ligera para su tamaño, seguramente esté seca y poco jugosa.

Mancha amarilla en la piel

Fíjate en la parte donde apoyó en el suelo: debe ser una mancha amarilla o crema. Si es blanca o verdosa, está poco madura.

Color y brillo de la corteza

Prefiere las sandías de tono verde mate. Si brilla demasiado, suele estar aún verde. Además, las pequeñas cicatrices marrones son un buen signo: indican que la fruta fue dulce y polinizada correctamente.

Sonido al golpear

Dale unos toques con los nudillos: si suena hueco y profundo, está lista para comer. Si el sonido es apagado, todavía le falta maduración.

Firmeza

La cáscara debe sentirse dura. Si cede al presionar, puede estar pasada.

¿Y si la sandía está cortada?

• Color de la pulpa: debe ser rojo intenso. Si es muy pálido, le falta maduración; si es rojo oscuro o marrón, está pasada.
• Pepitas: si son blancas, la fruta es inmadura; si son negras, está en su punto.
• Olor: nunca debe oler a fermentado, eso indica descomposición.

¿Por qué una sandía se pone mala?

• Recolección prematura (no maduró en la planta).
• Exceso de calor o golpes durante el transporte.
• Almacenamiento en lugares poco ventilados.

Consejos para conservar mejor la sandía

Entera, dura más de una semana fuera de la nevera en un lugar fresco y ventilado.

Una vez cortada, guárdala en la nevera bien envuelta en film transparente para evitar que pierda jugos.

No la dejes más de 3–4 días abierta, porque pierde sabor y textura.